"Hay cosas que no deberían cambiar, cosas que uno debería poder meter en una de esas vitrinas de cristal y dejarlas allí tranquilas. Sé que es imposible, pero es una pena."

lunes, enero 25

A L. lo conocí cuando tenía 16, el mismo día que a Novio. Eran mejores amigos desde la secundaria. La primera vez que lo ví no cruzamos muchas palabras, la segunda vez nos hicimos inseparables.
Con L. hablábamos de La Ilíada y La Odisea. Tenía una fascinación por la cultura griega que terminó haciendo que me sienta orgullosa de mi apellido y de mi sangre.
En ese entonces éramos un grupo de 6 adolescentes fascinados por habernos encontrado, pasábamos todos los fines de semana juntos, sentados en la vereda, tomando cerveza y vino en cartón, escuchando música, fumando tabaco, comiendo, mirando películas, riéndonos, charlando, durmiendo. Fuí tan felíz, tengo los mejores recuerdos.
L. es de las mejores personas que conocí. El único defecto que tenía era que se guardaba todo, podía estar muriéndose de dolor pero nunca te iba a decir qué le pasaba realmente. No tuvo una historia fácil, tampoco. Un viejo que lo dejo a él y a la madre, una madre que mucha bola no le daba, una novia que lo hizo mierda cuando pisaba la adolescencia, el peor laburo del mundo. Las vueltas de la vida, con L. escuchábamos Dos Minutos, y un par de años después se hizo milico, lo que terminó de joderle la vida, de volarle la cabeza. Sos buchón, le cantábamos. Con el tiempo L. cambió, y no era el mismo pibe de antes. Hace poco me enteré que había perdido un hijo de la novia que tenía, y nunca nos dijo nada, a nosotros, que éramos sus mejores amigos, a los que veía todos los fines de semana, para quienes se guardaba los días que tenía libre. Hasta ese punto.
El viernes pasado L. no aguantó más, se acostó en su cama y se pegó un tiro en el pecho. En su cuarto, en el único lugar que era suyo. Realmente no sé para qué estoy escribiendo esto, pero tengo la necesidad de hacerlo. Me pregunto, cómo se vive con uno de tus mejores amigos muerto. Muerto, L. está muerto. Tengo que escribirlo porque todavía no caigo de que no lo voy a ver nunca más, de que no vamos a ir más al Prado a tomar mate, no vamos a andar más en moto, no vamos a jugar más a la computadora, tampoco alquilar películas que no miraría con otra persona que no sea él. Contarle mis cosas, que escriba en mi ventana, ir a toques de bandas bizarras, mirar la película 300 millones de veces, que se dedique a sí mismo la canción El Jorobadito, que me regale algunas de las cosas que escribía, que me fume todos los cigarros, que se pase las canciones de mi teléfono al suyo, que me suba la autoestima, que se emborrache y sea la persona más graciosa, que me mande mensajes que siempre me sacaban una sonrisa, que me dé besos en el pelo y me diga te quiero, negrita. Que me abraze mucho.
La verdad es que ninguno lo vio venir, él hablaba de cuando yo no esté más, pero nunca pensamos que iba a llegar a esto. Llegando al cementerio, no podíamos creer que estábamos ahí para enterrar a L. Todavía siento el olor a descomposición, el zumbido de las moscas y la imagen de mi amigo en una porquería de metal con nada más que un número.
Novio le puso dos monedas en los ojos, como él siempre quiso. Si nos mira desde algún lado, seguro que se alegró de que nos acordamos de las monedas para el barquero. Quiso que lo cremaran y que lo tiraran en la cancha del club de fútbol de su barrio, y todavía no sé cuándo va a ser esto, no quiero pensarlo tampoco, de dónde saco fuerzas para esto.
Sé que nos cuida, que nos va a cuidar. Que todavía no se fue. Que está con nosotros. Que hay una estrella más ahí arriba. Que ahora está bien, que va a encontrar la tranquilidad que acá no pudo tener, que está en paz. Los buenos mueren.
Amigo, cuando tenga fuerza voy a ir a la esquina donde estábamos siempre juntos, me voy a tomar el vino que tanto te gustaba junto con tus otros amigos, me voy a prender un tabaco y me voy a acordar de todo lo que compartimos juntos. Me voy a tatuar para vos. Seguro que me cagarías a puteadas, seguro. Soy felíz por haberte conocido, te amo amigo, te voy a extrañar.

12 comentarios:

Alicia en el pais dijo...

Que fuerte. De afuera lo describis como un pibe lleno de vida , feliz alegre y persona de fierro. Pero como decis se guardaba todo para el y se ve que no resistió más perdió esa pasión para vivir ahora dejó un entorno destrozado por su pérdida. Espero que encuentres la fortaleza que nesesitas en un momento tan duro, se lo que se siente perder a un ser uerido de esa forma. Y arecordarlo en sus mejores momentos, quien les quito lo bailado? Los cigarros y los vinitos?
Besos y mucha fuerza.

Lu - Staff Alelú dijo...

Qué tristeza, me partió el alma.
Fuerza.

Capicua dijo...

Me hiciste llorar Mar.
Fuerza con eso, si?

Caro dijo...

Supongo que son cosas que uno no se las ve venir. Supongo qe son situaciones que es necesario repetirlas para que la ficha termine de caer.
Fuerza Mar. Besos

Paula dijo...

Qué triste Mar. Ojalá juntes fuerzas.

Besos..

Anónimo dijo...

Lo siento mucho Mar, sos re fuerte al escribirlo...Es cierto lo que decis, esa gente nunca se va, por eso aparecen estrellas nuevas todos los dias en el cielo...

Un besote, que te mejores :)

JanusM dijo...

Que decir cuando todo va a sonar vacío y hueco...

Hoy te admiro por esto que haces, no se de donde sacaste el temple para contar esto...

Hoy mas que nunca un beso enorme mar, una de las primeras en asomarse a mi rincón....

Cuidate, si?...

true love waits dijo...

te juro qe lo primero qe puedo decirte en este momento es lo lamento,seguramente nada de esto te va a calmar el dolor qe sentis adentro, porqe pasé por algo muy parecido, pero no fue un amigo, perdí a mi papá & todavia hace 2 años qe se me fué & no caigo, pienso qe se fue de viaje, qe un dia va a volver & no se me va a ir mas, pero es asi: los buenos mueren & hai qe recordandolos con lo mejor & lo mas lindo de ellos,
besitos hermosa & fuerzas en este momento de mierda.

Anónimo dijo...

Lloré, se me puso la piel de gallina.
Te mando un beso y fuerzas

Anónimo dijo...

La verdad estoy apunto de llorar. Que loca es la vida, siempre hace estas vueltas con las personas.
Lo siento mucho, fuerza!

Virginia dijo...

Mar! la verdad es que te entiendo(odio las personas que se hacen la que entienden todo), pero hace 2 años, perdi a uno de mis mejores amigos y te juro que leo esto y no paro de llorar.
Al principio, te juro mar, me resultó inconcebible la idea, es más, me sentia para la mierda y con ganas de irme yo tambien.
Con el tiempo, te vas a dar cuenta que todo se cura. Es horrible ese consejo, pero es cierto. Y FUERZA MAR, QUE DONDE VOS LO BUSQUES, AHI VA A ESTAR, Y es muy cierto eso!
ABRAZOTE INMENSO PARA VOS!!:). FUERZA.

Mar dijo...

Amigos bloggers, gracias por sus palabras, de verdad. Necesitaba descargar en alguien/algo que no fuera de mi entorno.
Las vueltas que da la vida, ¿no?. Muy loco, triste y raro, todo junto, qué se yo.
En serio, gracias.


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